La importancia de fomentar cambios en el entorno para mejorar y promover la salud
El Día Mundial de la Salud se conmemora cada 7 de abril con motivo del aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial. Fundada con la misión de alcanzar el grado más alto posible de salud para todos los pueblos.
Asimismo, la OMS, define a la salud como el estado de perfecto bienestar físico, mental y social, y no sólo como la ausencia de enfermedad. Siguiendo este concepto, la prevención en salud se define como el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud. Esto incluye fomentar cambios en el entorno que ayuden a promover y a proteger la salud.
En medio de una pandemia, de un planeta contaminado, de un aumento de enfermedades como el cáncer, el asma y las cardiopatías, la OMS aprovecha la celebración del Día Mundial de la Salud 2022 para llamar la atención del mundo sobre las medidas urgentes que se necesitan para mantener la salud de los seres humanos y del planeta e incentivar un cambio para que las sociedades se preocupen del bienestar.
En 1986, se realizó la primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud reunida en Ottawa, donde se emitió una carta con el objetivo de construir “Salud para todos en el año 2000.” Esta conferencia fue, ante todo, una respuesta a la creciente demanda de una nueva concepción de la salud pública en el mundo.
A su vez, se establecieron 5 funciones básicas necesarias en dicha carta: Desarrollar aptitudes personales para la salud.
– Desarrollar entornos favorables.
– Reforzar la acción comunitaria.
– Reorientar los servicios de salud.
– Impulsar políticas públicas saludables.
Por otro lado, se desarrolla el concepto de prevención de salud que incluye medidas destinadas no solamente a evitar la aparición de la enfermedad, disminuyendo factores de riesgo, sino también a detener el avance y a reducir las consecuencias de la enfermedad una vez establecida. De esta forma, se incluye el concepto de detección precoz.
Existen tres niveles de prevención, según el momento de la historia natural de la enfermedad en el que se realicen las actividades preventivas:
– Prevención Primaria: está dirigida a evitar la aparición de una enfermedad o problema de salud mediante el control de los agentes causales o los factores de riesgo. Es decir, que siempre se realiza en personas sanas mediante vacunas, la reducción de los accidentes domiciliarios, el control de los factores de riesgo cardiovascular, campañas de promoción de hábitos saludables de vida, entre otros.
– Prevención Secundaria: son las medidas dirigidas a detener o retrasar el progreso de una enfermedad mediante la detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad como puede ser la mamografía en el cáncer de mama o la colonoscopia para detectar el cáncer de colon.
– Prevención Terciaria: están dirigidas al tratamiento y/o a la rehabilitación de la enfermedad que fue diagnosticada y tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas y de acelerar la reinserción social de las mismas. Este caso se puede ver en el ejercicio progresivo y supervisado en personas con enfermedad coronaria, abandono del hábito tabáquico en personas diagnosticadas de EPOC o la rehabilitación motriz de una persona que tuvo un accidente cerebro vascular (ACV).
Por ello enfatizamos la importancia del control periódico de salud con el objetivo de revisar el estado de salud de la persona y la realizar estudios e indicaciones de intervenciones según edad, género y situación de riesgo individual para detectar enfermedades en el caso de que las haya y tratarlas en pos de tener una mejor calidad de vida.
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