¿Qué es la migraña y por qué es tan importante tratarla?
Según el Estudio de Carga Mundial de Enfermedades publicado en el año 2016, la migraña es la segunda causa principal de discapacidad y genera más discapacidad que todos los otros trastornos neurológicos combinados.
Además, esta patología es el segundo trastorno neurológico más prevalente, después de la cefalea de tipo tensional, con una proporción de mujeres a hombres de 3:1 y con una tasa anual estimada de aproximadamente 15% en la población general. Es común también tener antecedentes familiares de migraña, con una heredabilidad estimada de alrededor del 42%.
El índice de migraña alcanza su punto máximo entre las edades de 35 y 39 años, y alrededor del 75% de las personas afectadas informan la aparición de esta afección antes de los 35 años. La migraña también afecta a niños, aunque en menor proporción. Un estudio basado en la población muestra una prevalencia anual de alrededor del 7% entre los niños en edad escolar.
Las características clínicas generales que caracterizan a la migraña son: ataques recurrentes de cefalea de intensidad moderada a severa, con una duración variable de 4 a 72 horas y los síntomas más comunes que pueden acompañarla son: náuseas, vómitos, fotofobia (molesta la luz) y fonofobia (molestan los ruidos).
Además, la migraña puede estar precedida por un “aura“, que son síntomas neurológicos focales reversibles, como alteraciones visuales, hemisensoriales o disminución del habla. Estos síntomas neurológicos focales reversibles se desarrollan gradualmente durante un período de 5 a 60 minutos.
El tratamiento clínico de la migraña debería idealmente ser iniciado y mantenido por médicos de atención primaria, con derivación al especialista ante casos difíciles de diagnosticar o que no responden al tratamiento. La terapia farmacológica es el pilar del tratamiento, ya que incluye medicamentos iniciales y preventivos, con terapias no farmacológicas utilizadas como complementos de la medicación.
Los medicamentos utilizados en la práctica clínica para aliviar o eliminar el dolor de la migraña deben administrarse temprano en la fase de cefalea de un ataque, es decir, se debe tomar la medicación cuando el dolor de cabeza todavía es leve, preferentemente al inicio de los síntomas o antes de las 4 hs del comienzo de los mismos. Los medicamentos más utilizados para la migraña son los antiinflamatorios no esteroides (AINE), que son analgésicos de venta libre y de bajo costo.
Migraña en niños y adolescentes
El manejo clínico para la migraña en niños y adolescentes difiere de las estrategias del tratamiento en adultos, ya que pueden requerir la participación de miembros de la familia.
Cuando un médico determina que un niño necesita medicación para la migraña, el mismo debe ser adecuadamente supervisado por la familia. Los niños y adolescentes pueden beneficiarse también con otras terapias, como la relajación y la terapia cognitiva conductual.
La migraña es un trastorno neurológico recurrente, y el manejo a largo plazo puede requerir tratamiento preventivo. Por ello, el objetivo es reducir la frecuencia, la duración o gravedad de los ataques más que curar la migraña. Los médicos debemos recomendar un tratamiento especial para cada paciente cuando las personas tienen al menos dos días de migraña por mes y cuyas vidas se ven afectadas negativamente.