La importancia de los chequeos médicos antes de comenzar cualquier tipo de actividad física
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.
Realizar actividad física con regularidad ayuda a mantener una vida saludable, con evidentes beneficios corporales, una mayor sensación de vitalidad y optimismo, además de contribuir a disminuir el estrés.
Detallamos algunos de los beneficios que trae a la salud realizar actividad física con regularidad, entre los que se encuentran:
– Controla el peso, con una dieta correcta se quemarán más calorías de las que se consumen.
– Reduce el riesgo cardiovascular, mejora la circulación y tensión arterial.
– Controla los niveles de glucosa e insulina en sangre.
– Mejora la salud mental por mayor relajación y optimismo, menor estrés y depresión.
– Mantiene la función del cerebro mejora el pensamiento, aprendizaje y juicio.
– Fortalece huesos y músculos evitando la pérdida ósea y muscular con la edad.
– Reduce el riesgo de cáncer de colon, riñón, esófago, estómago, mama, útero y pulmón.
– Reduce el riesgo de caídas, mejora el equilibrio y la coordinación del movimiento.
– Descansa mejor, ayuda a conciliar el sueño más rápido y dormir más tiempo.
– Mejora la salud sexual, reduce la disfunción eréctil y aumenta el deseo sexual.
– Aumenta el tiempo de vida, reduce la muerte prematura cardiovascular y por cáncer.
– Facilita dejar de fumar, reduciendo la ansiedad, apetito y los signos de abstinencia.
Detallamos una serie de recomendaciones para sumar el ejercicio a la rutina diaria:
– Aumentar las actividades diarias, con pequeños cambios (usar escaleras, bajarse una parada antes, estacionar más lejos, etc) y programar ejercicio variado y progresivo.
– Realizar actividades con amigos y familiares para que las personas disfruten más la actividad física.
– Llevar un registro de la actividad, usar elementos de monitoreo, establecer metas.
– Hacer entretenido el ejercicio con música o televisión y rotar las actividades, son estrategias que motivan.
– No suspender por mal clima, realizar ejercicio en el hogar o en un gimnasio.
El ejercicio es muy positivo, pero es importante hacer controles para descartar cualquier situación previa que pueda agravarse o desencadenarse por la actividad física.
Al inicio de cualquier actividad física se deben por precaución hacer exámenes . Esto incluirá diversos estudios dependiendo de la edad de la persona y los antecedentes de enfermedades propias y/o familiares.
Los objetivos básicos de estos exámenes son detectar enfermedades y/o condiciones que pongan en riesgo la salud del paciente; como por ejemplo detectar una cardiopatía congénita y detectar patologías que favorezcan la aparición de injurias deportivas, tales como inestabilidad de hombro, tendinitis, lesiones tibiales por estrés en deportes como tenis, rugby o vóley, entre otros.
Realizar deportes o actividad física es vital para la salud psicofísica de las personas, genera liberación de endorfinas —hormona que produce el organismo y que genera un estímulo cerebral brindando sensación de plenitud y bienestar.
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