La donación de sangre es un acto voluntario y altruista
Cada 9 de noviembre, se celebra en Argentina el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre, en homenaje al médico argentino Dr. Luis Agote, quien, en el año 1914 en el Hospital Rawson, realizó la primera transfusión de sangre anticoagulada en el mundo.
Esta fecha tiene como objetivo concientizar a toda la población sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros para transfusiones, y sobre la crucial contribución que efectúan los donantes de sangre voluntarios y no remunerados a los sistemas nacionales de salud. Además, se comparte la convocatoria mundial para que más personas donen sangre periódicamente y contribuyan a mejorar la salud.
Las donaciones regulares de sangre de personas sanas son imprescindibles para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise. A su vez, contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud.
Existe una necesidad constante de donaciones regulares, ya que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable. Las donaciones regulares de sangre por un número suficiente de personas sanas son imprescindibles para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise.
Una de las principales motivaciones para la donación es el altruismo, basado en un sentido de responsabilidad social y/o conciencia personal de los beneficios de la donación.
La Dra. El Haj, explica que al donar, las personas se comprometen con:
– Las mujeres con complicaciones obstétricas (embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante o después del parto, etc.).
– Los niños y niñas con anemia grave, a menudo causada por el paludismo o la malnutrición.
– Las personas con traumatismos graves.
– Pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas y médicas complejas y pacientes con cáncer.
También se precisa sangre para realizar transfusiones periódicas en personas afectadas por enfermedades, como la talasemia o la drepanocitosis. Además, se utiliza para la elaboración de diversos productos, por ejemplo factores de coagulación para los hemofílicos.
Los requisitos básicos principales para donar sangre son:
– Gozar de buen estado de salud.
– Tener entre 18 y 65 años (a partir de los 16 años se puede donar sangre con la autorización de los padres o tutores, los mayores de 65 años lo pueden hacer con un certificado de autorización de su médico de cabecera).
– Pesar más de 50 kilos.
– Tener valores de presión arterial dentro de los límites que se consideran adecuados.
– No presentar fiebre o haber padecido alguna enfermedad en los últimos 7 días.
– Es recomendable haber descansado por lo menos 6 horas la noche anterior a la donación.
– Es conveniente tomar el desayuno habitual, el almuerzo o la cena completos dependiendo de la hora en que done sangre.
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