Dejar de fumar disminuye considerablemente el riesgo de padecer cáncer de pulmón
Según datos del Instituto Nacional de Cáncer (IARC), el cáncer de pulmón es uno de los cánceres más frecuentes a nivel mundial y también es el que más mortalidad genera. Solo en la Argentina y según las últimas estadísticas, la incidencia de esta enfermedad asciende a 11.595 casos, afectando en mayor medida a personas de entre 60 y 65 años, sin distinción de sexos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, ya que ocasiona cada año 10 millones de defunciones. En relación con el cáncer de pulmón, el tabaquismo es el principal factor de riesgo y ocasiona aproximadamente el 25% de las muertes por cáncer.
Al inhalar el humo del cigarrillo, que está compuesto de sustancias que producen cáncer o carcinógenos, se producen alteraciones en el tejido del pulmón casi de inmediato. Al principio, el organismo puede reparar ese daño, pero, con el tiempo, las células comienzan a actuar de manera anómala, lo cual puede derivar en un cáncer. El tabaco también puede dañar a otros órganos del cuerpo, como el corazón, los vasos sanguíneos, los órganos genitales, la boca, la piel, los ojos y los huesos.
Causas y factores de riesgo:
En cuanto a las causas, los profesionales y organizaciones señalan que el tabaquismo es el principal responsable de la mayoría de los casos de cáncer de pulmón, ya se trate de fumadores directos o activos como de fumadores indirectos o pasivos. Sin embargo, esta enfermedad también puede presentarse en personas que nunca fumaron ni estuvieron expuestas al humo de cigarrillo.
El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta de manera proporcional a los años durante los cuales se mantuvo este hábito y a la cantidad de cigarrillos consumidos por día. Dejar de fumar a cualquier edad puede disminuir considerablemente el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Además del tabaquismo, existen otros factores de riesgo que pueden tener que ver con la aparición de esta enfermedad. En este sentido, tener antecedentes familiares de cáncer de pulmón y la exposición al asbesto y a otras sustancias carcinógenas (como el arsénico, el cromo y el níquel) pueden aumentar el riesgo, sobre todo en personas fumadoras.
Prevención
No existe una forma segura de prevenir el cáncer de pulmón, pero es posible disminuir los riesgos si se hace lo siguiente:
– No fumar o dejar de fumar.
– Evitar el humo de segunda mano.
– Evitar la exposición a los carcinógenos.
– Seguir una dieta con muchas frutas y vegetales.
– Hacer ejercicio de manera frecuente.
– Evitar el consumo nocivo de alcohol.
¿Cuáles son los síntomas?
El cáncer de pulmón, en general, no produce signos ni síntomas en los estadios más tempranos, por lo que generalmente se presenta sólo cuando la enfermedad está avanzada.
Los signos y síntomas del cáncer de pulmón pueden ser:
– La tos, que no desaparece y empeora con el tiempo.
– Dolor constante en el pecho.
– Tos con expectoración con sangre (hemoptisis).
– Falta de aire, silbidos al respirar o ronquera.
– Inflamación del cuello y la cara.
– Dolor corporal.
– Pérdida del apetito y/o pérdida de peso.
– Fatiga.
– Dolor de cabeza.
Como siempre, la consulta periódica con el médico es de suma importancia para cuidar la salud.