Con un tratamiento especial para cada paciente es posible reducir la frecuencia, la duración o la gravedad de la migraña
La migraña es la segunda causa principal de discapacidad en todo el mundo y es el segundo trastorno neurológico más frecuente en humanos, después de la cefalea de tipo tensional. La sufre cada año hasta el 15% de la población y es común que existan antecedentes familiares de migraña en el 42% de los pacientes.
Algunas personas que padecen migrañas, pueden experimentar un síntoma de advertencia conocido como aura que ocurre antes o con el dolor de cabeza. Un aura puede incluir alteraciones visuales, como destellos de luz o puntos ciegos, u otras alteraciones, como hormigueo en un lado de la cara o en un brazo o pierna y dificultad para hablar. El índice de migraña alcanza su punto máximo entre las edades de 35 y 39 años, y alrededor del 75% de las personas afectadas informan la aparición de esta afección antes de los 35 años. Además, también puede afectar a niños, aunque en menor proporción.
Síntomas
El síntoma clásico de la migraña se caracteriza por presentar ataques recurrentes de cefalea de intensidad moderada a severa, con una duración variable de 4 a 72 horas y los síntomas más comunes que pueden acompañarla son: náuseas, vómitos, fotofobia (molesta la luz) y fonofobia (molestan los ruidos).
Las migrañas, que afectan a niños, a adolescentes o adultos, pueden pasar por cuatro etapas: pródromo, aura, ataque y póstdromo. La profesional de OSPEDYC explica que no todas las personas que tienen migrañas pasan por todas las etapas y las detalla a continuación:
– La primera etapa se la conoce como pródromo y se presenta uno o dos días antes de una migraña, en donde la persona podría notar cambios sutiles que advierten de una migraña próxima, como por ejemplo: estreñimiento, cambios de estado de ánimo, de depresión la euforia, antojos de comida, rigidez en el cuello, aumento de la cantidad de micciones, retención de líquidos o bostezos frecuentes.
– Una segunda etapa es conocida como aura. La misma puede ocurrir antes o durante las migrañas. Este es un síntoma reversible del sistema nervioso y generalmente, son visuales, pero también pueden incluir otras alteraciones. Por lo general, cada síntoma comienza progresivamente, se incrementa durante unos minutos y puede durar hasta 60 minutos.
– La tercera etapa se la conoce como ataque. Una migraña suele durar de 4 a 72 horas si no se trata. La frecuencia con la que ocurren las migrañas varía de una persona a otra. Las mismas pueden ser poco frecuentes o aparecer varias veces al mes. Durante la etapa de ataque se pueden presentar dolores que palpitan o laten, sensibilidad a la luz, al sonido y a veces a los olores o al tacto y además se pueden presentar náuseas o vómitos.
– La última etapa se la conoce como postdromo y se presenta después de un ataque de migraña, en donde es posible que la persona se sienta agotada, confundida y sin fuerzas hasta por un día. Algunas personas indican sentirse eufóricas.
Es importante saber que luego del ataque de migraña, en la etapa postdromo, el movimiento repentino de la cabeza podría provocar nuevamente dolor de manera breve.
Señales de alarma
Es fundamental consultar a un especialista o dirigirse a una guardia médica si una persona presenta cualquiera de los siguientes signos y síntomas, que podrían indicar un problema médico más grave:
– Un dolor de cabeza abrupto e intenso como un trueno.
– Dolor de cabeza con fiebre, rigidez de cuello, confusión, convulsiones, visión doble, entumecimiento o debilidad en cualquier parte del cuerpo, lo que podría ser un indicio de accidente cerebrovascular.
– Dolor de cabeza después de una lesión en la cabeza.
– Un dolor de cabeza crónico que empeora después de toser, hacer un esfuerzo o un movimiento repentino.
– Dolor de cabeza nuevo después de los 50 años.
Tratamiento
Los medicamentos utilizados en la práctica clínica para aliviar o eliminar el dolor de la migraña deben administrarse temprano en la fase de cefalea de un ataque, es decir, se debe tomar la medicación cuando el dolor de cabeza todavía es leve, preferentemente al inicio de los síntomas o antes de las 4 horas del comienzo de los mismos. Los medicamentos más utilizados para la migraña son los antiinflamatorios no esteroides (AINE), que son analgésicos de venta libre y de bajo costo.
Es importante remarcar que el tratamiento clínico de la migraña debería ser iniciado y mantenido por médicos de atención primaria, con derivación al especialista (neurólogo) ante casos difíciles de diagnosticar o que no respondan al tratamiento. La terapia farmacológica es el pilar del tratamiento, ya que incluye medicamentos iniciales y preventivos, con terapias no farmacológicas utilizadas como complementos de la medicación.
Migraña en niños/niñas y adolescentes
El manejo clínico para la migraña en niños/as y adolescentes difiere de las estrategias del tratamiento en adultos, ya que pueden requerir la participación de miembros de la familia.
Cuando un médico determina que un niño/niña necesita medicación para la migraña, el mismo debe ser adecuadamente supervisado por la familia. Los niños y adolescentes pueden beneficiarse también con otras terapias, como la relajación y la terapia cognitiva conductual.
Para tratar las migrañas de una manera efectiva se necesita que los profesionales sanitarios estén bien capacitados, que la detección y el diagnóstico del trastorno sean exactos, que se proporcione tratamiento con medicamentos eficaces, además de recomendar cambios en el estilo de vida del paciente. Al ser un trastorno neurológico recurrente, el manejo a largo plazo puede requerir tratamiento preventivo. El fin es reducir la frecuencia, la duración o gravedad de los ataques más que curar la migraña y para ello, los médicos debemos recomendar un tratamiento especial para cada paciente cuando las personas tienen al menos dos días de migraña por mes y cuyas vidas se ven afectadas negativamente.
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