Con información y medidas de prevención todas las personas pueden gozar de una buena salud sexual
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se entiende por salud sexual al estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad; siendo esta una parte importante en el desarrollo del ser humano, lo que requiere un enfoque positivo y respetuoso, debiendo ser las relaciones sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia.
La capacidad para lograr una vida sexual plena y segura, depende del acceso a información integral de buena calidad sobre sexo y sexualidad; del conocimiento de los riesgos que se pueden correr y su vulnerabilidad ante las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección, sumando la posibilidad de acceder a la atención de salud sexual.
La sexualidad abarca aspectos como el sexo, la identidad de género, el erotismo, el placer, la reproducción y la intimidad. Y dentro de los problemas relacionados con la salud sexual se pueden encontrar infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), infecciones de transmisión sexual y del aparato reproductor, así como sus consecuencias adversas (por ejemplo, cáncer e infertilidad); embarazos no deseados y abortos; disfunción sexual y violencia sexual.
Algunas de las enfermedades que se transmiten por infecciones de transmisión sexual (ITS) que afectan a más de 1 millón de personas en el mundo, como por ejemplo clamidia, sífilis, gonorrea, tricomoniasis, hepatitis B, virus del herpes, VIH y virus del papiloma humano (HPV), siendo esta última una de las ITS más comunes.
Cada una de estas puede ocasionar problemas mayores en la salud de las personas. Por ese motivo es de vital importancia que se brinde información sobre el cuidado de la salud sexual, ya que gracias a la información y el acompañamiento se pueden prevenir diversas enfermedades.
Las mismas se propagan por: contacto sexual (vaginal, oral y anal), por medio de transfusiones de sangre o productos sanguíneos y también pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo o el parto.
Respecto a las infecciones por HIV, se diagnostican por año 4.500 casos, en tanto que la tasa de mortalidad es de 2,8 por cada cien mil habitantes. El 30% de los pacientes que se diagnostican lo hace en un período tardío de la enfermedad.
La sífilis es otra ITS y según datos de la OMS, más de 900.000 mujeres embarazadas la contrajeron.
Síntomas de una ITS y medidas preventivas
Una persona puede tener una ITS sin manifestar síntomas de enfermedad, es decir ser asintomática, o presentar síntomas comunes como flujo vaginal, secreción uretral o ardor en los hombres, úlceras genitales y dolor abdominal.
Existen medidas preventivas primarias ante las enfermedades de transmisión sexual como por ejemplo:
– Brindar educación sexual integral, educación sexual adaptada a las necesidades de los adolescentes.
– Asesoramiento sobre prácticas sexuales más seguras y reducción de riesgos.
– Promoción del uso de preservativos (ya que son uno de los métodos de protección más eficaces contra las ITS)
– Educación a los consumidores de drogas, principalmente a aquellas personas que se inyectan y comparten agujas u otros elementos usados para el consumo.
Desde el 2006 existe en Argentina el Programa Nacional de Educación Sexual Integral creado por la Ley 26150 que tiene como propósito garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos del país, de gestión estatal y privada, en todos los niveles y modalidades.
Vacunación y tratamiento
Hoy en día existen vacunas seguras y eficaces para prevenir el virus de la hepatitis B y el del papiloma humano (HPV). En este sentido, la vacuna del HPV fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación y se recomienda su aplicación a todas las niñas que tengan 11 años y hayan nacido a partir del año 2000 y a varones de la misma edad nacidos a partir del año 2006, con el propósito de disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico-uterino (CCU) y prevenir otras lesiones producidas por esta enfermedad.
La vacuna de la hepatitis B también está incluida en el calendario y la primera dosis debe aplicarse a todos los recién nacidos en las primeras 12 horas de vida, para luego continuar con la vacuna pentavalente o quíntuple, luego continuar conas las dosis a los 2 meses, a los 4 meses y a los 6 meses.
Con respecto a la vacuna de la Hepatitis B, si un adulto decide iniciar o completar el esquema de vacunación, el mismo debe ser: 1º dosis, 2º dosis al mes de la primera y 3º dosis a los seis meses de la primera.
Por otra parte, las infecciones bacterianas como clamidiasis, gonorrea y sífilis y una infección parasitaria (tricomoniasis), tienen tratamiento y son curables. Los antivíricos para tratar el herpes y el VIH pueden atenuar la evolución de la enfermedad, pero no curarla; mientras que los moduladores del sistema inmunitario pueden frenar los daños al hígado causados por el virus de hepatitis B.
La salud es el regalo más grande que tenemos y es importante cuidarnos, protegernos y estar informados para prevenir enfermedades. Todas las personas tenemos derecho a gozar de una salud sexual y reproductiva libre, con información y sin discriminación ni violencia.
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