Deshidratación: ¿Cómo podemos prevenirla?
Las altas temperaturas representan un riesgo para la salud si no tomamos los recaudos necesarios. Sobre todo, debemos potenciar los cuidados con los niños y los lactantes, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas.
Una de las patologías asociadas al verano es la deshidratación, que ocurre cuando el cuerpo pierde una cantidad excesiva de líquidos y minerales, como el sodio, el potasio y el cloro, los cuales ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el organismo.
La deshidratación puede ocurrir de forma lenta o muy rápida, según la forma en la que se pierda el líquido, la edad del paciente y las patologías preexistentes. La deshidratación grave es considerada una emergencia, ya que los órganos dejan de funcionar correctamente y, si no se trata de manera oportuna y adecuada, puede derivar en la muerte del paciente.
Además del calor, existen otras causas de la deshidratación, tales como la gastroenteritis, la diabetes no tratada, las enfermedades renales, el alcoholismo y la fiebre alta. En este sentido, es importante que las personas que padezcan alguna de estas patologías aumenten los recaudos.
¿Cómo prevenir la deshidratación?
- – Tomar más líquido del habitual: se recomienda tomar por lo menos 8 vasos de agua segura a diario.
- – En caso de salir a la calle, hacerlo acompañado de una botella con agua.
- – No esperar a tener sed para hidratarse y acompañar todas las comidas con agua.
- – Ofrecer constantemente agua a los niños y a los adultos mayores.
- – Evitar hacer ejercicio los días de mucho calor y caminar por la sombra.
- – Mantener una buena alimentación basada en frutas de estación y verduras frescas.
- – En el caso de los bebés, amamantarlos con regularidad.
- – Evitar el consumo de alcohol y bebidas con mucho azúcar.
Señales de deshidratación
Debemos prestar especial atención a los síntomas o señales de deshidratación para poder tratarla con celeridad. Los principales signos y síntomas de deshidratación leve o moderada son:
- – Sed.
- – Boca seca o pegajosa.
- – Orina amarilla o escasa.
- – Dolor de cabeza.
- – Piel seca y fría.
- – Calambres musculares.
Asimismo, los signos y síntomas de deshidratación grave son los siguientes:
- – Orina amarilla muy oscura o falta de orina.
- – Piel seca y arrugada.
- – Irritabilidad o confusión.
- – Mareos o desvanecimiento.
- – Taquicardia.
- – Agitación.
- – Ojos hundidos.
- – Apatía.
- – Alteración del estado de consciencia.
Si identificamos por lo menos uno de los síntomas asociados a la deshidratación grave, debemos acudir con urgencia al centro de salud más cercano.
Con respecto al tratamiento por deshidratación, es fundamental la reposición del líquido y los electrolitos perdidos. En los casos de deshidratación leve o moderada, se debe tomar agua en pequeñas cantidades o consumir sales de rehidratación, solo si son indicadas por un profesional de la salud. Si se trata de un caso de deshidratación grave o el paciente no puede retener el líquido, se debe plantear la internación para la administración de líquidos y electrolitos por vía intravenosa.