No existe pirotecnia segura ni de bajo riesgo: todas pueden producir lesiones y es fundamental saber manipularla
Si bien todos los años se ven nuevas campañas de concientización sobre el uso de pirotecnia, principalmente en esta época, es sumamente importante desalentar su uso para evitar así quemaduras y lesiones graves. Estos accidentes causan cientos de lesiones prevenibles a quienes los manipulan y a los que los rodean, sumado a las pérdidas económicas y daños medioambientales que también producen.
El uso de fuegos artificiales o pirotecnia durante las celebraciones genera concentraciones importantes de partículas suspendidas tóxicas que superan el rango permitido por las normas oficiales. Además, la pirotecnia también genera contaminación acústica, afectando principalmente a bebés, niños y mascotas. El estallido y el estruendo de los fuegos artificiales y petardos suelen generar un gran estrés y alteración en muchas personas, algunas pueden entrar en shock y convulsionar lo cual convierte estas celebraciones familiares en momentos de sufrimiento para ellas y quienes los rodean.
El uso de pirotecnia puede causar quemaduras, problemas auditivos y lesiones en manos, rostro y ojos de por vida. Por ese motivo, es importante tener en cuenta que no existe pirotecnia segura ni de bajo riesgo: todas pueden producir lesiones. Incluso las ‘estrellitas’ —en apariencia “inofensivas” y muy utilizadas por los más pequeños de la familia— pueden incendiar la ropa o lesionar los ojos.
Según datos de La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) más de 1000 personas deben ser asistidas anualmente en instituciones de la salud por lesiones producidas por el uso de la pirotecnia, de las cuales alrededor del 50% son niños de entre 5 a 14 años y de ellos, el 75% varones. Además, entre el 25% y el 50% de los lesionados son solo observadores y de estas lesiones, un 40% son en la zona de la cabeza, con un porcentaje muy alto en la zona de los ojos; y entre un 20 y un 40% en miembros superiores: manos y dedos.
La utilización de dispositivos de pirotecnia con alto contenido de pólvora como el megapetardo o superbomba puede producir lesiones graves de mano, mutilantes y secuelas permanentes, por lo que no se recomienda la manipulación de fuegos artificiales por parte de los niños aún bajo supervisión de los adultos.
Brindamos una serie de recomendaciones para un uso precavido:
Al adquirirlos:
1- Elegí aquellos que contengan pólvora negra y mecha larga y lenta. Son más seguros y estables que aquellos que estén compuestos con pólvora blanca y mecha corta. También es aconsejable optar por aquellos que privilegien el color y la luz sobre el ruido de estruendo. Los productos sonoros son más peligrosos por su poder detonante.
2- Chequeá que estén autorizados por el RENAR y evitá los de elaboración clandestina. Corrobora que cuenten con un número de registro y datos del fabricante o importador. Si bien no llevan impresa ninguna fecha de vencimiento, su duración aproximada es de 3 a 4 años.
Al almacenarlos:
3- No los transportes en los bolsillos. El roce puede hacer que exploten espontáneamente.
4- Colocalos en un lugar seco, fuera del alcance de los niños y alejados de fuentes de calor como fósforos, encendedores, calentadores y estufas. Tampoco los expongas al sol.
5- No fumes en el ambiente en el que están guardados.
Al utilizarlos:
6- Antes de prender algún artefacto, verificá las instrucciones para su uso y que no esté dañado.
7- Asegúrate de estar en un lugar abierto y colocalo en el suelo, sin apuntar a personas, animales o árboles. Nunca enciendas pirotecnia en tus manos ni dentro de ningún objeto como frascos, latas o botellas. Es sumamente peligroso por las esquirlas.
8- En caso de que no explote, no lo toques. Aunque parezca que la mecha está apagada o no funciona, mojala con abundante agua y alejate.
9- No permitas que los niños manipulen productos pensados para adultos. Si utilizan las estrellitas y bengalitas, acompañalos en todo momento.
¿Qué se debe hacer y qué no se debe hacer ante un caso de quemadura?
Una quemadura es cualquier lesión producida en los tejidos vivos por agentes físicos, químicos o biológicos, que producen alteraciones que van desde el enrojecimiento de la piel a la destrucción de las estructuras afectadas, con distintos grados de gravedad según la extensión, localización, profundidad, etc.
Explicamos qué es lo que se debe hacer en caso que una persona se vea afectada por una quemadura. Teniendo en cuenta las siguientes técnicas de primeros auxilios:
– Extinguir las llamas haciendo rodar a la persona en el piso, cubriéndola con una manta o utilizando agua para apagar el fuego.
– Detener el proceso de quemadura quitando la ropa de la zona involucrada e hidratando las partes afectadas con agua corriente.
– En caso de quemaduras químicas, remover o diluir el agente químico vertiendo grandes cantidades de agua.
– No colocar cremas, pomadas, ungüentos caseros o medicinales.
– Envolver al paciente en un paño o una sábana limpia y solicitar atención médica de inmediato.
En relación con las lesiones oculares:
– No tocar ni realizar ninguna maniobra sobre los ojos.
– Cubrir el ojo afectado con una gasa y recurrir a un centro oftalmológico lo más rápido posible.
Por último, brindamos una serie de recomendaciones:
– No prestar primeros auxilios sin garantizar su propia seguridad. Para ello se debe interrumpir la corriente eléctrica, utilizar guantes de protección contra productos químicos.
– No aplicar pomadas, aceite u algodones en bruto sobre la herida.
– No aplicar hielo, ya que este solo profundizará la lesión.
– No enfriar con agua de forma prolongada a la persona afectada, dado que ello puede provocar una hipotermia.
– No romper las ampollas antes de que estas puedan ser tratadas con pomadas antibióticas recetadas por un prestador de servicios médicos.
– Evitar el contacto directo de la herida con cualquier tipo de tejido, dado que ello podría provocar una infección.
– Evitar el uso de medicaciones antes de que el paciente haya recibido la atención médica adecuada.
La pirotecnia no es un juego. Lo ideal sería no utilizarla. Sin embargo, en caso de querer hacer uso de ella, es fundamental respetar las normas de buen uso y ser conscientes de su manipulación para poder disfrutar sin riesgos y en tranquilidad.
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