Monóxido de carbono: el enemigo silencioso
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, cada año mueren alrededor de 1.000 personas por inhalar monóxido de carbono. Este gas tóxico y extremadamente peligroso que se genera en la quema de combustible puede pasar desapercibido, ya que es inodoro, incoloro, no tiene sabor y tampoco irrita los ojos ni la nariz.
¿Qué es la intoxicación por monóxido de carbono?
El CO es producido por calderas, sistemas de calefacción central, cocinas, parrillas, hogares a leña, estufas, quemadores y chimeneas que no funcionan de manera adecuada o cuya ventilación se encuentra bloqueada, lo cual puede llevar a la acumulación de grandes cantidades de monóxido de carbono en ambientes reducidos.
Cuando hay una cantidad excesiva de este gas en el aire que respiramos, el organismo reemplaza el oxígeno en glóbulos rojos por monóxido de carbono, evitando que el primero llegue a los tejidos y órganos. Si la concentración de CO en sangre es demasiado elevada, se produce una intoxicación que puede causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso la muerte.
Es importante resaltar que este tipo de intoxicación es particularmente peligrosa para las personas que se encuentren durmiendo o bajo el efecto de algún estupefaciente, ya que tienen menos probabilidades de advertir sus signos y poder actuar en consecuencia. Algunos de los síntomas que pueden presentarse son: dolor de cabeza, debilidad, náuseas o vómitos, mareos, falta de aire, desorientación, visión borrosa y pérdida del conocimiento.
¿Qué hacer ante la sospecha de intoxicación?
Si bien los síntomas pueden ser más o menos evidentes, siempre se trata de una emergencia médica en la que peligra la vida. Es por ello, que ante la mínima sospecha de intoxicación, propia o de terceros, desde OSPEDYC recomendamos: abrir puertas y ventanas para ventilar el ambiente, apagar todos los artefactos que puedan producir CO- en caso de que sea seguro hacerlo-, salir de la habitación contaminada para respirar aire fresco y buscar atención médica de emergencia para todas las personas que hayan estado en el mismo ambiente, explicando el motivo de la intoxicación. También se recomienda solucionar el foco del problema antes de regresar al hogar.
¿Cómo prevenirla?
Estas son algunas de las medidas que podemos adoptar para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono:
– Ventilar permanentemente los ambientes.
– Revisar y controlar el correcto funcionamiento de las instalaciones de gas- calefones, estufas o cocinas- y los equipos con combustión a leña-salamandras, cocinas o braseros-.
– Prestar atención a la llama del gas, que siempre debe ser de color azul. La llama amarilla es signo de mala combustión y, por lo tanto, generación de monóxido de carbono.
– Si se usa brasero o estufa con kerosene, apagarlo afuera de la casa antes de irse a dormir.
– No instalar calefones en baños u otros espacios cerrados o mal ventilados.
– Se recomienda instalar artefactos con salida al exterior o tiro balanceado en espacios cerrados.
– No dejar artefactos con combustión encendidos durante la noche.
– No dejar el auto encendido en el garaje, sobre todo si éste se encuentra conectado con la casa.
– Si ha ocurrido un caso de intoxicación por monóxido de carbono en el hogar, es de suma importancia encontrar y reparar la fuente de fuga antes de regresar.
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