Autismo: la importancia del diagnóstico temprano
La Organización de las Naciones Unidas declaró el 2 de abril cómo el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo con el objetivo de recordar la importancia de mejorar la calidad de vida de niños/as y adultos que padecen trastornos del espectro autista (TEA) como también reafirmar los valores de igualdad, equidad e inclusión, y promover la participación de todas las personas con autismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los TEA son un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral, término genérico que abarca afecciones tales como el autismo, el trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger.
Estas afecciones se caracterizan por dificultades en la comunicación y en la interacción social, además de un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo.
El autismo no es una enfermedad, por lo tanto no existe una causa ni una cura. El mismo es una condición que acompañará a la persona durante toda su vida y es importante realizar un diagnóstico temprano para determinar un mejor pronóstico.
A su vez, el trabajo fundamental como agentes de la salud es la detección temprana y el asesoramiento a la familia para incluir terapias adecuadas al caso, planes educacionales y otras medidas que conduzcan a una mejor calidad de vida.
Se necesita un abordaje interdisciplinario para el tratamiento, el rol de la familia es muy importante para garantizar un mejor desarrollo y autonomía. La aceptación de estas características a partir del diagnóstico, permite que surjan nuevas oportunidades para que el niño/a y/o adulto pueda relacionarse, y ser acompañado en su desarrollo.
Por otro lado, la explicación a la simbología del color azul -color que se asocia al autismo- se basa en que este color representa al mar que a veces está tranquilo y en otras oportunidades está revuelto. Lo mismo sucede en las vidas de una persona con autismo y su entorno familiar: hay días serenos y otros más tormentosos.
Al igual que cualquier otra persona, las personas con TEA tienen derecho a recibir una educación de calidad y ser incluidos en la sociedad; la detección temprana y el acompañamiento de los profesionales tanto a las familias como a la persona hacen posible lograr una vida plena y armoniosa para el paciente.