Accidente cerebrovascular: ¿Cuáles son los síntomas y qué hacer ante un ACV?
El accidente cerebrovascular (ACV) o ataque cerebral es una alteración neurológica aguda, tras la interrupción abrupta del aporte sanguíneo hacia una zona específica del cerebro.
Existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares:
- – El ataque cerebral isquémico, que representa el 87% de los casos, es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea a un vaso sanguíneo en el cerebro.
- – El ataque cerebral hemorrágico, que representa el 13% de los casos, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo y su consecuente sangrado hacia dentro del cerebro.
Cualquiera de las dos situaciones lleva a que, en cuestión de minutos, las neuronas se debiliten o mueran, ya que, sin oxígeno, las células nerviosas no pueden funcionar.
Los factores de riesgo de más peso para esta patología son la hipertensión arterial (presente en casi el 80% de los pacientes que sufrieron un ataque cerebral), la diabetes, el tabaquismo (el riesgo aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores), el colesterol alto y el alcoholismo.
¿A qué síntomas debemos prestar atención?
El reconocimiento temprano de los síntomas, la búsqueda inmediata de atención médica y un diagnóstico oportuno, aumentan las posibilidades de tratamiento y recuperación del paciente.
En este sentido, es necesario realizar una consulta urgente con el Sistema de Salud si identificamos algunos de los siguientes síntomas:
- – Entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas (especialmente de un lado del cuerpo).
- – Confusión súbita.
- – Dificultad para hablar o comprender.
- – Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos.
- – Dificultad repentina para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación de los movimientos.
- – Dolor de cabeza súbito y severo sin causa conocida.
¿Qué podemos hacer ante un episodio de este estilo?
En caso de encontrarnos con una persona que esté transitando un accidente cerebrovascular, se recomienda:
- – Acostar a la persona para que no se caiga, cuidando de que sea sobre uno de sus lados.
- – Llamar rápidamente al servicio de ambulancia, ya que se trata de una emergencia neurológica.
- – Tener en cuenta que el tiempo perdido es cerebro perdido.
- – No administrar ninguna medicación.
- – Recordar la hora de inicio de los síntomas.
Prevención y tratamiento
La mejor prevención es llevar un estilo de vida saludable, realizar adecuados controles de salud (prestando especial atención a la presión arterial y la diabetes), abandonar el hábito tabáquico, seguir una dieta equilibrada y realizar actividad física acorde al sexo y edad de forma constante y bajo supervisión médica.
Con respecto al tratamiento, el mismo dependerá de algunos factores determinantes, tales como el tipo de ACV, la edad del paciente, el estado de salud previo y el tiempo transcurrido desde el comienzo de los síntomas, de allí la importancia ya remarcada de llamar rápidamente al servicio de ambulancia. Asimismo, la rehabilitación posterior al ataque cerebral puede ayudar a superar muchas de las discapacidades causadas por el ACV.