Tabaco: ¿Cuáles son los riesgos que provoca su consumo?
La campaña que se celebra cada 31 de mayo por el Día Mundial sin Tabaco desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados, es una oportunidad para concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco en cualquiera de sus formas y la exposición al humo de tabaco ajeno.
El tabaquismo es una adicción a la nicotina del tabaco. En la mayoría de los casos, se produce a través del consumo de cigarrillos y con menor frecuencia a través del consumo de habanos, cigarros, pipas y otros. Se considera fumador a quien ha fumado al menos 100 cigarrillos en su vida y actualmente fuma todos o algunos días.
El hábito de fumar es una enfermedad de la cual no podemos dejar de hablar, los componentes del cigarrillo pueden producir una gran cantidad de desórdenes capaces de generar enfermedades cancerosas y mortales, generando también dependencia social y consecuencias para los fumadores pasivos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco es responsable de cerca de 3,5 millones de muertes al año en todo el mundo. El 80% de esas muertes son por cáncer de pulmón, bronquitis y enfisemas, mientras que casi un 17% son debidas a paros cardíacos. Por lo que fumar es la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en el mundo.
Los peligros de fumar tabaco
Desde OSPEDYC se enumeran una serie de riesgos que trae el consumo de tabaco.
– Cáncer de pulmón: fumar tabaco es la principal causa de esta enfermedad y es el responsable de dos tercios de las muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo. La exposición al humo de tabaco ajeno también aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Después de 10 años de dejar de fumar tabaco, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce a aproximadamente la mitad.
– Enfermedades respiratorias crónicas: el riesgo de desarrollar EPOC es particularmente alto entre las personas que fuman desde una edad temprana, ya que el humo del tabaco retrasa significativamente el desarrollo pulmonar. El tabaco también exacerba el asma, que restringe la actividad y contribuye a la discapacidad. El abandono temprano del hábito de fumar es el tratamiento más eficaz para retrasar la progresión de la EPOC y mejorar los síntomas del asma.
– Contaminación del aire: el humo del tabaco es una forma muy peligrosa de contaminación del aire de interiores: contiene más de 7.000 sustancias químicas, 69 de las cuales se sabe que causan cáncer. Aunque el humo puede ser invisible e inodoro, puede permanecer en el aire hasta cinco horas, poniendo a las personas expuestas en riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias crónicas y reducción de la función pulmonar.
Aquellos bebés expuestos en el útero a las toxinas del humo de tabaco, a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno, experimentan con frecuencia una disminución del crecimiento de los pulmones y de la función pulmonar. Los niños pequeños expuestos al humo de tabaco ajeno corren el riesgo de agravamiento del asma, la neumonía y la bronquitis, así como infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores.
A nivel mundial, se calcula que 165.000 niños mueren antes de cumplir 5 años por infecciones de las vías respiratorias inferiores causadas por el humo de tabaco ajeno. Los que viven hasta la edad adulta siguen sufriendo las consecuencias para la salud de la exposición al humo de tabaco ajeno, ya que las infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores en la primera infancia aumentan significativamente el riesgo de desarrollar EPOC en la edad adulta.
Otras consecuencias del consumo de tabaco son:
– Diversos y numerosos tumores: pulmón, boca, laringe, páncreas, riñón, vejiga y otros.
– Enfermedades cardiovasculares: infartos, ACV, aneurismas.
– Partos prematuros: trastornos de la placenta, recién nacidos con bajo peso.
– Trastornos de la fertilidad.
– Dolores de cabeza, sensación de embotamiento y cansancio por intoxicación crónica con monóxido de carbono.
– Trastorno de las encías, mayor número de caries y pérdida de dientes.
– Alteración del olfato y el gusto.
¿Se puede prevenir?
Las medidas más efectivas desde el punto de vista epidemiológico son las dirigidas a evitar el inicio del consumo (aumento del valor de venta, restricciones de venta a menores de edad, etc.), y en nuestros hogares y trabajos la implementación de los ambientes cerrados 100% libres de humo que ayudan a desnaturalizar el consumo.
¿Cómo se puede tratar?
Un escaso número de fumadores logra dejar de fumar por sus propios medios, cuando ha tomado la decisión. Si esto no es posible, la consulta con un profesional de la salud mejora ampliamente la probabilidad de dejar de fumar. Éste puede ofrecer asesoramiento, apoyo y consejo.
Toda la carga de enfermedad, invalidez y muerte que puede producir el tabaco, solo se detiene al dejar definitiva y completamente de fumar; no alcanza con fumar menos.