Sobrepeso, una lucha de más del 50% de las personas en nuestro país
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar a la salud. Una forma de medir este trastorno es en base al llamado índice de masa corporal (IMC). Este se calcula dividiendo el peso en Kg. de una persona por el cuadrado de su talla en metros.
Para el caso de adultos, una persona con un IMC mayor o igual a 25 se considera con sobrepeso, mientras que un valor igual o mayor a 30 es considerada obesa. Y en el caso de los niños, es necesario tener en cuenta la edad al definir el sobrepeso y la obesidad.
La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para muchas enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial y eventos cerebrovasculares al igual que para varios tipos de cánceres. En el caso de los niños con sobrepeso, tienen mayor riesgo de obesidad en la edad adulta.
¿Cuál es la causa de la obesidad?
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas; esto es un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.
Aún así, las raíces de la obesidad son múltiples y profundas, y solo es posible avanzar trabajando juntos, en diversos espacios ya sean técnicos, decisores, comunidades, para vencer actitudes prejuiciosas, discriminatorias, y trabajar en contribuir políticas y acciones para que las decisiones más saludables sean las más simples y accesibles.
¿Cómo prevenir la obesidad y el sobrepeso?
Para afrontar y detener el incremento de las tasas de obesidad, se definieron líneas estratégicas de acción:
– Control médico periódico, promoción de la lactancia materna y de la alimentación saludable.
– Limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares.
– Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos. .
– Realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).
Comentarios y recomendaciones
Desde OSPEDYC señalamos que la obesidad es el resultado de un desbalance entre la ingesta y el gasto energético a largo plazo. Por ello, es necesario observar la alteración de peso desde la niñez para evitar que perdure en la edad adulta. En cuanto a los grupos etarios, entre los 20 y 65 años los adultos tienden a aumentar de peso gradualmente. Luego de esta edad, suele observarse una disminución de peso, pero esto es debido a la pérdida de masa muscular.
La dieta rica en grasas y la falta de actividad física son factores modificables que se asocian al aumento de peso. Además, algunas enfermedades pueden estar relacionadas al aumento de peso como, por ejemplo, alteraciones endocrinológicas.
Por esta razón, se recomienda mantener una alimentación equilibrada que incluya vegetales y frutas de diferentes tipos, lácteos descremados, cereales y legumbres. Incorporar el consumo de agua como hábito saludable y disminuir o evitar los alimentos altos en grasas (fiambres, embutidos), azúcares refinadas (gaseosas, golosinas) y también el consumo de bebidas alcohólicas.
Además, es importante realizar por lo menos las 4 comidas principales: desayuno, almuerzo, merienda y cena, y finalmente realizar actividad física para mantener un estilo de vida saludable.
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