Salud renal para todos: la importancia de prevenir y tratar las enfermedades asociadas a los riñones
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la alteración del funcionamiento de los riñones por más de tres meses con la consiguiente pérdida gradual de sus funciones. Si bien esta enfermedad suele ser silenciosa, existen algunos síntomas a los que se debe prestar atención como: cambio en los hábitos de orinar y de sueño, orina espumosa, transparente o muy clara; presencia de sangre en la orina, hinchazón en los tobillos, pies, piernas o manos; náuseas frecuentes, percepción de sabor metálico en los alimentos, falta de aire (incluso cuando no se realiza actividad física), o dolor externo en la espalda.
Los grupos de riesgo de personas que pueden padecer enfermedades asociadas a los riñones, son: fumadores, diabéticos, hipertensos, personas con patologías cardíacas o con antecedentes de ACV y personas con antecedentes familiares de cálculos renales o infecciones urinarias recurrentes.
La enfermedad renal crónica (ERC) es más común de lo que se cree, ya que aproximadamente 1 de cada 10 adultos en todo el mundo la padece y, si no se trata, puede ser mortal. Si bien la detección temprana permite la atención y el manejo de la enfermedad para ayudar a prevenir la morbimortalidad, la mortalidad relacionada con la enfermedad renal continúa aumentando cada año y se prevé que sea la quinta causa principal de muerte para el 2040.
Actualmente, la ERC afecta a una cifra estimada en más de 850 millones de personas en el mundo y, lamentablemente, en 2019 provocó más de 3.1 millones de fallecimientos. La ERC se sitúa hoy como la octava causa de muerte y, de no abordarse adecuadamente, se proyecta que ascenderá significativamente dentro de los próximo años. Es sumamente importante promover medidas que prevengan está patología, enfocados en la atención primaria, sensibilización y educación del paciente.
La importancia de informarse y cuidar los riñones
Los riñones son el gran filtro del cuerpo que ayuda a desechar todas las toxinas que una persona produce o ingiere, por medio de la orina. Si ese filtro no funciona o se obstruye, se intoxica a niveles que pueden llegar a ser letales. Por lo tanto, tener los riñones enfermos también aumenta las posibilidades de sufrir infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Detección temprana de problemas en los riñones
Detectar cualquier mal funcionamiento en los riñones es muy sencillo, porque solo se necesita un simple análisis de sangre y orina. Si los riñones están trabajando como deben, los niveles arrojados por los análisis estarán en sus patrones normales, pero si cualquiera se encuentra fuera de rango, es motivo para realizar un estudio más a fondo. Por esta razón, brindamos recomendaciones de cómo se pueden cuidar los riñones:
– Hacer ejercicio en forma habitual.
– Controlar periódicamente la glucemia.
– Controlar la presión arterial.
– Reducir el consumo de sal.
– No fumar.
– Consumir alrededor de 2 litros de agua al día.
– No tomar medicamentos sin consultar al médico.
– Seguir una alimentación saludable que incluya frutas, verduras, legumbres, pescado, aves de corral y granos integrales.
– Controlar el peso.
– Ingerir una cantidad adecuada de proteínas y calcio, según lo determine el equipo asistencial (médico/a-nutricionista).
– Realizar controles periódicos de la función renal, sobre todo si se tiene diabetes, hipertensión, obesidad o antecedentes familiares de enfermedades renales.
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