Muerte Súbita: las manos salvan vidas
La Fundación Cardiológica Argentina conmemora del 21 al 27 de agosto, la semana por la lucha contra la muerte súbita. La muerte súbita es aquella que ocurre naturalmente y de forma inesperada dentro de la primera hora del comienzo de los síntomas.
En Argentina, se producen alrededor de 400 mil muertes súbitas por año. El 70% de las mismas se producen fuera del espacio hospitalario y es allí donde la comunidad tiene un rol de vital importancia en la lucha entre la vida y la muerte. Por eso, es fundamental difundir sobre la importancia crucial de la reanimación cardiopulmonar (RCP) y el manejo del desfibrilador externo automático (DEA) para la atención temprana.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte del mundo occidental y de nuestro país. Un 82% de las muertes súbitas producidas fuera de los hospitales se debe a enfermedades cardíacas, principalmente al síndrome coronario agudo, y, en menor medida, miocardiopatías, valvulopatías e insuficiencia cardíaca. Las más comunes son las arritmias ventriculares complejas, como la taquicardia y la fibrilación ventricular, generadas o desencadenadas por factores hemodinámicos como, por ejemplo, variaciones del sistema nervioso autonómico, alteraciones hidroelectrolíticas, el consumo de ciertos fármacos, entre otros. Es fundamental que aumente la cantidad de ciudadanos que se encuentren entrenados en técnicas de RCP y manejo del DEA, para aumentar las posibilidades de sobrevida de una víctima.
Por cada minuto de retraso en la desfibrilación, disminuye entre un 10 a un 12% la supervivencia de una persona, pero al recibir asistencia, a través de la reanimación, dentro de los 3 primeros minutos de ocurrido el evento, aumenta las posibilidades de llegar con vida a un hospital en un 79%.
¿Cuáles son los síntomas del paro cardíaco?
– Pérdida brusca de la conciencia.
– Ausencia de pulsos centrales.
– Cianosis.
– Apnea y/o gaspings.
– Midriasis.
Las manos salvan vidas: RCP Y DEA
Además de generar conciencia en la población sobre la importancia de disminuir los factores de riesgo cardiovasculares, también es importante actuar con rapidez cuando esta situación se hace presente, a través de dos herramientas fundamentales: la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) y el Desfibrilador Externo Automático (DEA).
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de ser reanimadores?
La reanimación se aplica frente a una persona que se encuentra inanimada debido a un paro, es decir, la situación clínica producida por la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la actividad mecánica del corazón y la respiración espontánea. Si se detiene el flujo sanguíneo durante más de unos pocos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno; las células cerebrales pueden morir, causando daño permanente.
¿Cómo realizar una RCP rápida y eficaz?
La RCP es una serie de acciones vitales que mejoran la probabilidad de que un paciente sobreviva al paro cardíaco, con el objetivo fundamental de recuperar las funciones cerebrales completas. El éxito se produce entendiendo el rol social, comprendiendo que nadie se salva solo y a través de las pautas que establece la American Heart Association:
– Asegurarse de que la escena sea segura para usted y para la víctima.
– Comprobar si la víctima responde, si no es así, reclame ayuda de las personas que se encuentran cerca.
– Reconocer si la víctima está en paro, por su respiración y pulso.
– Llamar a emergencias.
– Buscar un DEA a través de algún ayudante si ello es posible.
– Aplicar RCP, comprimiendo el centro del tórax (mitad inferior del esternón) con al menos 100 compresiones por minuto, con una profundidad mínima de 5 a 6 cm y permitiendo una expansión completa del tórax. Reduzca a menos de 10 segundos las interrupciones y realice un cambio de reanimador cada 2 minutos.
¿Cómo usar el DEA?:
– Encender el DEA.
– Colocar los parches de desfibrilación sobre el tórax desnudo del paciente.
– Si el DEA recomienda una descarga: apártese del paciente, asegúrese que nadie lo toque. A la voz de alta, presione el botón de descarga.
– Tan pronto como se administre la descarga, es necesario reiniciar la RCP comenzando con las compresiones. (No realice ninguna comprobación de pulso ni de ritmo).
– Al cabo de 2 minutos de RCP, el DEA reiniciará la comprobación de ritmo cardíaco.
Se recomienda usar el DEA en el post paro lo más rápido posible, permitiendo el análisis del ritmo cardíaco y la administración de un choque eléctrico, en el caso de existir un ritmo desfibrilable, irá aumentando significativamente la tasa de éxito si éste se realiza en los primeros 3 a 5 minutos. Si haces RCP básica sin DEA, no te detengas NUNCA. Si usas DEA, hay que detener las compresiones cada vez que el DEA lo pida.
Entidades como la Fundación Argentina de Cardiología, entre otras, no descansan si se trata de que la ciudadanía se forme para ser capaces de aplicar la RCP y puedan utilizar el DEA de forma eficaz y que la LEY N° 4.077, sancionada en el 2011 la cual promulga la obligatoriedad de contar con un desfibrilador externo automático (DEA) en lugares de concurrencia masiva sea cumplida y se siga ampliando en cuanto a educación y concientiación de que con las manos se salvan vidas.