La importancia del DEA en los lugares de trabajo
El 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. OSPEDYC, comparte la importancia del DEA en los espacios laborales.
Según la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), gran parte de las víctimas de un paro cardiorrespiratorio (PCR), podrían sobrevivir si los testigos pudieran actuar de forma inmediata, y también describen que el entrenamiento de la comunidad en reanimación cardiopulmonar básica (RCP), y el acceso a un Desfibrilador Automático Externo (DEA) permiten salvar vidas y evitar secuelas neurológicas incapacitantes.
El DEA es un dispositivo portátil que se utiliza para estimular eléctricamente al corazón durante un paro cardiorrespiratorio (PCR) súbito con ritmos de Taquicardia Ventricular (TV) o Fibrilación Ventricular (FV). El beneficio de este tipo de dispositivos es que permite actuar a cualquier persona sin conocimiento de las arritmias antes mencionadas, por ello su uso está destinado tanto a personas ajenas al mundo sanitario como a personal de salud que se encuentre fuera de un ámbito asistencial hospitalario.
Por otro lado, la American Heart Association, reporta que la principal causa de muerte en Argentina y en la mayoría de los países desarrollados es la enfermedad cardiovascular. Gran parte de estos decesos se corresponden con el 25% de los infartos de miocardio —de ellos, más de la mitad, fallecen antes de llegar a un centro asistencial—. Esta organización fue la que ideó la “cadena de supervivencia”, que representa las acciones que deben llevarse a cabo durante la RCP ante un PCR.
Durante la gran mayoría de PCR, los ritmos cardíacos predominantes son las arritmias letales TV y FV, y la manera de lograr una supervivencia aceptable es la realización de RCP de forma precoz, alternando masaje cardíaco externo y desfibrilación rápida —método para restituir el ritmo cardíaco normal—.
Esta desfibrilación en un ámbito extra hospitalario se puede realizar a través de un DEA, el cual puede estar a disposición en cualquier lugar, —edificios administrativos, gimnasios, aeropuertos, estaciones de subterráneos y trenes, etc.— siendo muy importante que su presencia esté debidamente señalizada para localizarlo rápidamente.
Estos aparatos disponen de tres simples botones: encendido, análisis del ritmo cardíaco y descarga eléctrica. Además, cuentan con un cable que conecta el aparato a los dos parches aplicados en el tórax del paciente, cada uno de estos parches, tienen dibujos que explican dónde deben ser colocados. El DEA, funciona utilizando mensajes visuales y verbales para guiar la actuación de la/las persona/s que actúen en la reanimación y algunos tienen una pantalla donde se puede ver el ritmo cardíaco y los mensajes visuales.
Es importante remarcar que hay dos tipos de DEA: semiautomáticos, en los cuales el reanimador debe presionar el botón de disparo para realizar la descarga eléctrica, y automáticos, en los que la descarga se genera sin requerir la intervención del resucitador.
Cualquiera sea el tipo de desfibrilador, es de suma importancia contar con ellos en sitios de alta circulación de personas, ya sea en ámbitos públicos como privados. De esta forma, una comunidad entrenada en RCP básica y desfibrilación automática, apoyados por una legislación en reanimación que los promocione, posibilitará una reanimación rápida ante este tipo de emergencias.
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