“El apoyo de la familia es un aspecto crucial en el tratamiento de niños y adolescentes con Síndrome de Asperger”
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Síndrome de Asperger es un conjunto de síntomas y signos que se encuentran dentro de los trastornos del espectro autista que se caracteriza por algún grado de alteración en el comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo.
Si bien el Síndrome de Asperger se conmemora el 18 de febrero, y este término se sigue utilizando a nivel coloquial; a nivel clínico ya no existe. Esto se debe a la actualización del Manual DSM V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana), en el que se eliminaron todas las categorías de los trastornos generalizados del desarrollo (incluido el síndrome de Asperger) para pasar a ser parte de un solo diagnóstico: Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Es fundamental seguir concientizando e informando a la comunidad sobre los alcances y avances clínicos que se han producido en estos últimos años acerca del Síndrome de Asperger y recordar la importancia que tiene el diagnóstico temprano, el acompañamiento familiar y profesional frente a esta condición. Este síndrome no se asocia con discapacidad intelectual o con trastornos específicos del lenguaje y se observa con más frecuencia en niños que en niñas, aunque todavía se desconoce su causa.
Características clínicas y diagnóstico
El Síndrome de Asperger se caracteriza por una alteración en la socialización, con dificultades en la comunicación, déficit en la capacidad de juego y un rango de comportamientos e intereses repetitivos, sin un retardo significativo en el lenguaje ni cognitivo.
Generalmente, los individuos con este síndrome se encuentran aislados socialmente; el acercamiento a otras personas es dificultoso por sus actividades excéntricas. Tienen dificultades para guardar secretos, entender metáforas, ironías y humor. No establecen fácilmente un adecuado contacto visual, quieren guiar la conversación, pero mantienen una comunicación unilateral. Se ven perturbados cuando sus expectativas no se cumplen o sus rutinas son alteradas. Por definición, no hay retardo cognitivo del lenguaje y poseen un desarrollo generalmente normal, con un conocimiento de temas específicos, mayor a lo esperado para la edad.
Tratamiento
El tratamiento de los niños con Síndrome de Asperger debe adecuarse a cada individuo y deben considerarse la edad y las necesidades del mismo. Requiere de un enfoque multidisciplinario que haga uso de las fortalezas (capacidad cognitiva, verbal, habilidades del lenguaje formal) para así poder abordar sus debilidades (resolución de problemas no verbales y sociales, lenguaje pragmático, etc).
Los niños con este tipo de síndrome, a menudo, obtienen mejores resultados cuando se les proporciona un entorno estructurado y organizado. Consultar con un profesional además puede garantizar una mejor calidad de vida e inclusión de las personas con discapacidad.
El apoyo de la familia es un aspecto crucial en el tratamiento de niños y adolescentes con Síndrome de Asperger.
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