“Algunos de los cánceres más frecuentes, como el de colon tienen posibilidades superiores al 90% de ser detectados a tiempo”
El 31 de marzo se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Colon. En este día se busca concientizar a la población y al equipo de salud sobre la importancia que tiene la prevención de esta enfermedad promoviendo hábitos de vida saludables y el diagnóstico precoz de las lesiones precursoras o del cáncer colorrectal (CCR).
El cáncer de colon, también conocido como cáncer colorrectal (CCR), es el que se origina en el intestino grueso (el colon y su parte final, el recto). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial es más frecuente en los hombres, quienes tienen una tasa de mortalidad mucho más elevada que las mujeres, y es el tercer cáncer más frecuente (con 1,93 millones de casos nuevos en 2020), luego del cáncer de mama (2,26 millones de nuevos casos en 2020) y pulmón (2,21 millones de nuevos casos en 2020).
¿Cuándo y cómo comienza este tipo de cáncer?
Este tipo de cáncer es poco frecuente antes de los 40 años, pero la incidencia comienza a aumentar significativamente entre las edades de 40 y 50 años. Además en la mayoría de los casos, se desarrolla en personas sin antecedentes personales ni familiares de la enfermedad.
Señalan desde OSPEDYC que, al cáncer colorrectal (CCR), en más del 80% de los casos, lo precede un pólipo—crecimiento anormal de las células— denominado adenoma, que puede crecer lentamente durante más de 10 años y transformarse en cáncer si no se detecta y extirpa a tiempo.
Importancia detección temprana
Es de vital importancia la realización de controles médicos. Se recomienda que todas las personas de 50 a 75 años, aunque no tengan síntomas, deben efectuar chequeos regulares para detectar si hay adenomas y extirparlos o tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana. Asimismo, todo individuo con antecedentes familiares o personales de cáncer de colon o pólipos debe consultar a un médico especialista y realizar exámenes en edades más tempranas.
La colonoscopía es el mejor método de prevención del CCR, ya que diagnostica lesiones precursoras, las controla y las trata para prevenirlas. La realización de test de sangre oculta en materia fecal (SOMF), también ayuda, pero su resultado, más inespecífico, puede tener falsos positivos por varias causas.
Síntomas a los que hay que estar alertas y acudir inmediatamente a una consulta médica:
– Sangrado o cambios en la forma habitual de evacuar el intestino.
– Dolores abdominales o rectales frecuentes.
– Anemia o pérdida de peso.
– Colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, sin importar la edad.
– Antecedentes de familiares cercanos (padres, hermanos o hijos) o propios de CCR o pólipos adenomatosos.
A su vez, para reducir las posibilidades de contraer CCR, ciertos hábitos ayudan:
– Consumir una dieta rica en fibras, especialmente vegetales y frutas.
– Disminuir el consumo de carnes rojas procesadas y grasas de origen animal.
– Ingerir productos ricos en calcio.
– Realizar ejercicio físico y evitar el sobrepeso.
– Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco.
Algunos de los cánceres más frecuentes, como el cáncer colorrectal, el de mama, el de cuello uterino, o el bucal, tienen posibilidades superiores al 90% de ser detectados y extirpados, gracias a la realización de exámenes periódicos. Con la detección temprana, los tratamientos son menos invasivos y las probabilidades de curación son más elevadas.
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